Londres siempre estuvo en mi lista de destinos soñados, y finalmente pude vivir la experiencia. Desde el momento en que pisé Heathrow, su energía vibrante me envolvió.
Recorrí el icónico Big Ben, disfruté de las vistas desde el London Eye y paseé por las históricas calles de Covent Garden. Un punto culminante fue la visita a Buckingham Palace, donde tuve la suerte de ver el famoso cambio de guardia.
No podía faltar una parada en Camden Market, donde probé delicias callejeras y exploré sus tiendas alternativas. Y, por supuesto, una tarde de té en un acogedor café londinense fue el toque perfecto.
Londres me dejó encantado con su mezcla de tradición y modernidad. Definitivamente, es un destino al que volveré. ¿Y tú, ya has visitado esta fascinante ciudad? 💂♂️✨